Esta casa que habito
Nuestra desnudez jugo en todos los espacios
de esta casa que habito,
sudo sus paredes,
rompió sus silencios,
y en su oscuridad,
dio vida a una mujer cubierta de amapolas .
Esta casa que habito
fue albergue del milagro,
del amor reinventado en la mordida
y una danza inacabada entre las manos.
Fue volar y desvolar sobre unas piernas,
tras el sur perdido en nuestro mapa.
Esta casa que habito
fue un camino de prendas arrugadas,
un banquete servido entre los labios
un acierto repetido hasta el mareo.
Fue escenario de una pausa suplicada,
de una entrega primeriza
y una risa suspendida en la ventana.
Esta casa ,
vio a la virgen celebrar su desnudez
libre de fantasmas y cuchillos,
bailar su despertar ante el espejo,
tejiendo secretos en un cuerpo.
Esta casa que habito
era de fuego
era de grito
era de vida...
hasta que mi voz rompió la primavera,
envejeciendo en el miedo la palabra.
Ahora es solo hogar de ruinas,
de vida que no vuelve,
de mujer que perdió el nombre en unas manos,
de esa que fui y ya no habla conmigo.
Esta casa que habito
me duele.