Semanas y musas
Doy la bienvenida a cada dÃa
cuando a primera luz encuentro tu sexo soñoliento,
cuando el paisaje es un muscular cansancio
y despierto resacada de sudor.
Si,
bienvenido sea el lunes, martes, miércoles...
¿Que importan si la semana comienza
cuando somos capaces de eternizar los feriados nocturnos
abrazando las huelgas en una sábana?.
No voy a parafrasear el amor,
¿para que?
si tu piel y mis labios han concebido el poema desnudo.
Nos sobran las palabras
ante el interminable discurso de caricias
y prefiero aturdirme del eco gutural que nos convoca.
Ven,
llego el viernes, sábado o tal vez el acabado domingo
y nuevamente la musa nos reclama.
Ven,
Hagamos un poema de caderas, de piernas, de vello y humedades...
Ven,
Concibamos el soneto en vaivenes avivados...
Ven
cabalgaré los acentos, penetrarás los espacios...
Ven,
no tardes poeta,
que nuevamente esta en blanco el papel.
Doy la bienvenida a cada dÃa
cuando a primera luz encuentro tu sexo soñoliento,
cuando el paisaje es un muscular cansancio
y despierto resacada de sudor.
Si,
bienvenido sea el lunes, martes, miércoles...
¿Que importan si la semana comienza
cuando somos capaces de eternizar los feriados nocturnos
abrazando las huelgas en una sábana?.
No voy a parafrasear el amor,
¿para que?
si tu piel y mis labios han concebido el poema desnudo.
Nos sobran las palabras
ante el interminable discurso de caricias
y prefiero aturdirme del eco gutural que nos convoca.
Ven,
llego el viernes, sábado o tal vez el acabado domingo
y nuevamente la musa nos reclama.
Ven,
Hagamos un poema de caderas, de piernas, de vello y humedades...
Ven,
Concibamos el soneto en vaivenes avivados...
Ven
cabalgaré los acentos, penetrarás los espacios...
Ven,
no tardes poeta,
que nuevamente esta en blanco el papel.
.jpg)
