PRIMAVERA AJENA
El rosado atardecer
anunciaba su llegada.
Una brisa suave
desprendÃa melodÃas del nogal.
Y yo inconmovible.
Las hojas danzaron
llenando de colores el paisaje.
Trinaba el zorzal
anunciando el final de su jornada.
Y yo inconmovible.
El suelo mostraba orgulloso
su alfombra Flamboyan.
Los cocuyos comenzaban
a adueñarse del paisaje.
Y yo inconmovible.
¡Primavera añorada!
Haz dicho presente
en los alrededores
Pero mi alma
no sabe abandonar el otoño.