“No tengan miedo que hoy les ha nacido un Salvador,
el MesÃas, el Señor” (Lc.2,1-14)
Mis queridos Amigos:
En esta mañana, donde ya se huele la Navidad en el aire, querÃa acercarme a todos ustedes por medio de las letras, con la confianza de que ellas serán mediadoras para hacer posible el milagro del abrazo en la distancia.
Los imagino en los distintos ambientes y trato de caminar desde el cariño y la oración junto a los que amo...Son tantos los lugares donde el don de la amistad me acoge...Argentina, República Dominicana, Estados Unidos, España, Japón... nombres que dejan de ser un simple dibujo en el mapa, porque es en sus calles donde batallan el diario vivir los que amo...
La Navidad es donde todo comienza; por eso los invito a detenerse unos instantes frente al pesebre, espacio ideal para soltar nuestras mochilas repletas de sueños, preocupaciones, heridas y alegrÃas...simplemente dejarlas allà y DETENERNOS A CONTEMPLAR.
¡Cuantas veces voy tras el verso perfecto!, la palabra que abarque el todo, cuando en la imagen más sencilla se encuentra resumido el verdadero sentido de la vida...un niño envuelto en pañales...la imagen perfecta del amor...un niño que viene con una misión, pero que, para llevarla adelante, comienza por un principio humilde, simple...un principio que nos es común a todos...
Caminemos, soñemos, creamos, busquemos...pero jamás olvidemos ese principio, en el que sólo fuimos un bebé envuelto en pañales...
Amigos, deseo que estas fiestas los encuentre en familia, ya sea esa que nos viene por herencia sanguÃnea, o esa otra que crea lazos mas fuertes que la sangre... porque la vida...porque Dios... porque el amor, nos ha encontrado.
La distancia amenaza el abrazo, pero bien sabemos que al levantar la copa en la mesa navideña, muchos rostros amados se develan en la alegrÃa de la Navidad, por eso en la Noche Buena, levantaré mi copa y sonreiré al saber que el amor sigue venciendo la distancia.
Pido a nuestro Padre Dios que colme de bendiciones a sus familias, sus trabajos, sus vidas.
Doy gracias por el don de la amistad, porque cada pedacito de la ruta de mis dÃas tiene grabado un nombre amado.
Gracias por ser y estar siempre...gracias por seguir caminando y soñando...
¡ Feliz Navidad!, los amo,
Romy
el MesÃas, el Señor” (Lc.2,1-14)
Mis queridos Amigos:
En esta mañana, donde ya se huele la Navidad en el aire, querÃa acercarme a todos ustedes por medio de las letras, con la confianza de que ellas serán mediadoras para hacer posible el milagro del abrazo en la distancia.
Los imagino en los distintos ambientes y trato de caminar desde el cariño y la oración junto a los que amo...Son tantos los lugares donde el don de la amistad me acoge...Argentina, República Dominicana, Estados Unidos, España, Japón... nombres que dejan de ser un simple dibujo en el mapa, porque es en sus calles donde batallan el diario vivir los que amo...
La Navidad es donde todo comienza; por eso los invito a detenerse unos instantes frente al pesebre, espacio ideal para soltar nuestras mochilas repletas de sueños, preocupaciones, heridas y alegrÃas...simplemente dejarlas allà y DETENERNOS A CONTEMPLAR.
¡Cuantas veces voy tras el verso perfecto!, la palabra que abarque el todo, cuando en la imagen más sencilla se encuentra resumido el verdadero sentido de la vida...un niño envuelto en pañales...la imagen perfecta del amor...un niño que viene con una misión, pero que, para llevarla adelante, comienza por un principio humilde, simple...un principio que nos es común a todos...
Caminemos, soñemos, creamos, busquemos...pero jamás olvidemos ese principio, en el que sólo fuimos un bebé envuelto en pañales...
Amigos, deseo que estas fiestas los encuentre en familia, ya sea esa que nos viene por herencia sanguÃnea, o esa otra que crea lazos mas fuertes que la sangre... porque la vida...porque Dios... porque el amor, nos ha encontrado.
La distancia amenaza el abrazo, pero bien sabemos que al levantar la copa en la mesa navideña, muchos rostros amados se develan en la alegrÃa de la Navidad, por eso en la Noche Buena, levantaré mi copa y sonreiré al saber que el amor sigue venciendo la distancia.
Pido a nuestro Padre Dios que colme de bendiciones a sus familias, sus trabajos, sus vidas.
Doy gracias por el don de la amistad, porque cada pedacito de la ruta de mis dÃas tiene grabado un nombre amado.
Gracias por ser y estar siempre...gracias por seguir caminando y soñando...
¡ Feliz Navidad!, los amo,
Romy
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