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Esta mañana amanecí con ganas de encontrarme con aquellos que nos conocen, que sienten y viven a nuestro lado, por eso, comparto con ustedes unos versos de mi gran amigo y hermano, Frank Núñez Gómez...quién ha habitado cada espacio de esta isla, y hoy vive y escribe desde Higüey.

Encuentro Maternal

Cargando la derrota
y una suma de culpas
busqué un nuevo horizonte.

En lágrimas crucé el Higuamo
divisando aquel mar que nos bañaba.

Dije adiós a mis guloyas,
atrás quedaron los danzantes cañaverales.
Las chimeneas agitadas, la melaza y los olores
lloraban mi partida.

Traspasando el piélago agitado de la duda,
La bestia de acero en su correr me convocaba.

No tan lejos,
guiado celestialmente,
el templo de mi devoción me atrapa.

Frente a ella, aturdido, cruzo el cristal.
Toco su corazón.
El niño en sus brazos me da su puesto.

Tartamudeando, sin aliento,
Susurro un ruego:
Madre déjame morar en tu Santo Reino.


Ironía

Zarpar de este muelle
vacilante y triste
para llegar tardíamente;
no lo hagas.

Me dejarás
cual aventurero
que no quiere
recordar su camino
ni tomar su destino.

Entonces...
Júrame lejanía
desde el negro
hasta el blanco.

Ayúdame a borrar
el tiempo de esta burla.