Mis queridos amigos:
En este dÃa querÃa poder capturar de todo lo que me rodeaba las palabras exactas para abrazar a los que amo...pero..¿para que mentir?...el ruido del mundo hoy no me permite hallar los versos mas adecuados...
Aunque, recordando algo que leà esta mañana rumbo al trabajo, comprendà que eso era exactamente lo que me gustarÃa compartirles...aquà les va:
“Recordé la mañana en que hallé en la corteza de un árbol un capullo, en el momento en que el gusano rompÃa los hilos envolventes, para convertirse en mariposa. Esperé largo rato; pero tardaba demasiado y yo tenÃa prisa. Fastidiado, me incliné, y quise ayudarlo calentándolo con el aliento. Lo hice impaciente y el milagro comenzó a cumplirse ante mis ojos, con un ritmo más precipitado que el normal. La envoltura se abrió, el gusano salió arrastrándose y no he de olvidar jamás el horror que sentà al verlo: las alas estaban todavÃa encogidas, dobladas; con todas las fuerzas de su cuerpecillo el pobre gusano trataba de extenderlas. Inclinado hacia él, lo ayudaba con el calor de mi aliento. En vano. Una paciente maduración era necesaria en aquel caso, el despliegue de las alas debÃa producirse lentamente al calor del sol; ahora era tarde. Mi aliento habÃa forzado al gusanillo a que se presentara fuera del capullo, todo arrugadito, antes de término. Se agitó desesperadamente y unos segundos después estaba muerto en la palma de mi mano.
Ese cadáver pequeñito, creo que es el mayor peso que gravita en mi conciencia. Pues, como lo comprendo perfectamente hoy, es pecado mortal el forzar las leyes de la naturaleza. No debemos precipitarnos, ni impacientarnos, sino seguir con entera confianza el ritmo eterno.” (Alexis Zorba el griego, Niko Kazantzakis)
La amistad no es más que eso...la vivencia plena del amor, respetando los tiempos de cada uno...mis amigos me conocen, entienden a que “velocidad” camina mi alma...por eso, con ellos no necesito cuidarme y puedo descansar en la fuerza de la verdad.
San ValentÃn, es la fiesta en honor a un hombre que creyó en el amor, que dió su vida por Su Amor, que fue Cristo, pero no sólo se quedo en una vivencia personal, sino que ayudo a que se manifestará el amor pleno en muchÃsimas parejas.
Hoy no tengo las palabras en mis labios, pero si la necesidad de acercarme a ustedes con un abrazo sincero...gracias por ser destellos vivos del amor de Dios en mi vida.
Los quiero mucho, Romy
En este dÃa querÃa poder capturar de todo lo que me rodeaba las palabras exactas para abrazar a los que amo...pero..¿para que mentir?...el ruido del mundo hoy no me permite hallar los versos mas adecuados...
Aunque, recordando algo que leà esta mañana rumbo al trabajo, comprendà que eso era exactamente lo que me gustarÃa compartirles...aquà les va:
“Recordé la mañana en que hallé en la corteza de un árbol un capullo, en el momento en que el gusano rompÃa los hilos envolventes, para convertirse en mariposa. Esperé largo rato; pero tardaba demasiado y yo tenÃa prisa. Fastidiado, me incliné, y quise ayudarlo calentándolo con el aliento. Lo hice impaciente y el milagro comenzó a cumplirse ante mis ojos, con un ritmo más precipitado que el normal. La envoltura se abrió, el gusano salió arrastrándose y no he de olvidar jamás el horror que sentà al verlo: las alas estaban todavÃa encogidas, dobladas; con todas las fuerzas de su cuerpecillo el pobre gusano trataba de extenderlas. Inclinado hacia él, lo ayudaba con el calor de mi aliento. En vano. Una paciente maduración era necesaria en aquel caso, el despliegue de las alas debÃa producirse lentamente al calor del sol; ahora era tarde. Mi aliento habÃa forzado al gusanillo a que se presentara fuera del capullo, todo arrugadito, antes de término. Se agitó desesperadamente y unos segundos después estaba muerto en la palma de mi mano.
Ese cadáver pequeñito, creo que es el mayor peso que gravita en mi conciencia. Pues, como lo comprendo perfectamente hoy, es pecado mortal el forzar las leyes de la naturaleza. No debemos precipitarnos, ni impacientarnos, sino seguir con entera confianza el ritmo eterno.” (Alexis Zorba el griego, Niko Kazantzakis)
La amistad no es más que eso...la vivencia plena del amor, respetando los tiempos de cada uno...mis amigos me conocen, entienden a que “velocidad” camina mi alma...por eso, con ellos no necesito cuidarme y puedo descansar en la fuerza de la verdad.
San ValentÃn, es la fiesta en honor a un hombre que creyó en el amor, que dió su vida por Su Amor, que fue Cristo, pero no sólo se quedo en una vivencia personal, sino que ayudo a que se manifestará el amor pleno en muchÃsimas parejas.
Hoy no tengo las palabras en mis labios, pero si la necesidad de acercarme a ustedes con un abrazo sincero...gracias por ser destellos vivos del amor de Dios en mi vida.
Los quiero mucho, Romy