La profundidad de un grito
Mi humanidad me impide dejarte ir,
la razón no logra aceptar.
Aunque cuatro décadas
deberÃan ser
solo comienzo
en ti marcan el fin.
Y quiero apresar tu cuerpo.
Alzo mis ojos a lo eterno
y grito reclamos.
Aún no era el tiempo.
¿Cuál es Tu poder?
Si no puedes regalarle vida.
¿Olvidas mis derechos?
Exijo ver sus arrugas,
la trasmutación capilar.
Y que sus manos,
hoy tersas,
comiencen a contar historias.
Hoy,
mi mirada cobija brillos,
que solo ella
traducirá en amores.
¿y mis frutos?
Aun no han sido sembrados
y se quedaron sin quien los madure
en ternuras y caprichos.
Insólita broma de la vida,
cuando empiezo a ser mujer
decide dejarme sin guÃa.