A Tus Dudas
¿Y si tomemos un café
antes de vestir el mundo?
Hay una distancia en este estar
que se ha vuelto cotidiano.
Debo hablarte claro,
no quiero que tus manos
se llenen de silencios.
No se trata de ti ni de tus gestos
se trata de que vivo un asombro
envejecido
de que le gana el miedo a la sonrisa
espontánea
y la memoria de mi piel solo ve puñal en
el abrazo.
Esto que amas carga en sà demasiada
historia,
y tiene sus modos.
Sobrevivà a caricias de arcilla
y fui cubriéndome de escamas
que disfrazo a tus ojos…
pero habitan dÃa a dÃa a las puertas de
mi alma.
No es excusa para el golpe
que siembro en tu pecho cada vez que
tengo frio…
Solo es miedo a estar desnuda.
Lo sé,
no lleva tu firma esta oscuridad que
heredas,
pero parte de mi luz viene de las
tormentas
del terco reintentar entre fantasmas…
…Y dices que amas esa luz…
No te pido que entiendas
ni que reinventes cada ayer en mi
almohada,
solo te pido que camines lento.
Créeme,
era incapaz del amor hasta tu nombre.