A propósito del día del amigo...
Ayer, en mi patria, Argentina, se celebró el Día del Amigo…no pude llamar a ninguno…pero los recordé mucho. En realidad, siempre los recuerdo…todo me llama a esos rostros que han caminado tanto conmigo, rostros que guardan instantes que me completan.A veces, cuando camino las calles de Santo Domingo, encuentro rostros tan similares…o quizá no son similares, sino que mi necesidad de verlos, mi deseo inmenso de otro instante, me hace dibujarlos en cada persona que se me cruza…me hace buscarlos en todos los rostros que habitan esta Isla.
Tengo tantas ganas de caminar mis calles…de ir a la plaza de Parque Patricios, buscar en uno de sus toboganes el rostro de mi abuelo con un Mantecol en la mano…o volver los domingos a Namuncurá, con sándwich de milanesa en la hielera… los mates en las tardecitas soleadas que desafiaban el invierno, a tomar mates viendo pasar aviones en Ezeiza…saludando cada uno de esos aviones, sin siquiera imaginar que uno de ellos me traería a esta tierra bendita y amada…
Mis amigos están en todas mis cosas…en los papelitos de Guaymayen guardados en el diario…en una canción de Ataque 77 o en el perfume suave de un jazmín.
Ayer en la tarde, mientras los pensaba, me preparé una sangría “barata”, de esas que hacíamos con la barra de Navarro para las fiestas…de esas que aguantaban todo…con tal de que rindiera….me serví una copa, la puse en alto..y brinde por todos ellos, por esos rostros que tanto amo…por esos rostros que llevan un pedacito de mi vida…que siempre hacen falta…que siempre regalan una certeza al recuerdo.
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