No entiendo porqué estoy escribiendo

20:24 9 Comments A + a -

Hoy, mientras leía una entrada en un blog que suelo visitar, encontré una mención a un grupo de música que me acompañó durante toda mi adolescencia “Los Redonditos de Ricota”…recuerdo haber pasado horas escuchando una y otra vez la canción “La Hija del Fletero”, de tener remeras negras con el dibujo del “Lobo suelto, cordero atado” al frente….y de creer en esos tiempos, que podría ir contra el mundo, olvidando que yo era parte de ese mundo.

No sé porque, no sé si por el silencio de mi casa durante todo este feriado, si por los recientes sucesos en mi vida, pero no pude evitar sentir nostalgia por aquellos tiempos. Esos días en que amanecíamos con la “barra de Devoto” en la puerta de la casa de Vane, tomando mate y escuchando esa música que hoy ya ni siquiera tarareo: Ataque 77, Los Fabulosos Cadillac, Rata Blanca…Axel Rose y su inolvidable “Dont´ Cry”(o como quiera que se escriba). En esos días creíamos que nosotros íbamos a ser distintos a nuestros padres, que nunca la vida y las opciones lograrían separarnos…en esos días todas las batallas personales eran asumidas en grupo, desde el divorcio de los padres de alguno, hasta las quejas de “La Chola”, una vecina cascarrabias que siempre se quejaba de nuestras “serenatas desafinadas”.En esos días lo sueños no tenían fecha de caducidad.

La otra noche, luego de un bajón de presión terminé en la sala de emergencia de una clínica, mientras estaba en la camilla, semi inconsciente (si es que existe ese estado), una persona del mismo personal de la clínica comenzó a meter sus manos en los bolsillos de mis jeans diciendo “no tiene ni un papelito”, luego metió su mano en mis medias…y yo, sentía todo eso y no podía hacer nada, no tenía manera de reaccionar, de decir: “Ey carajo que es lo que estas haciendo”…en su inspección se llevó mi celular y algo de dinero que llevaba. Cuando volví en mí, reclame el hecho y no tuve como comprobar que yo llevaba encima mi celular, la única prueba era que ya no era posible comunicarse a él porque estaba apagado y yo jamás apago el celular…creo que jamás me había sentido tan violentada, tan impotente…quizá así es como se sienten esas personas que vemos en las películas que aún estando con vida, los creen muertos y los entierran…

Al día siguiente sentí tanta impotencia y frustración…y hoy, mientras mi habitación es habitada por todos aquellos sueños juveniles, me doy cuenta que esa quietud en la que me vi presa mientras me robaban…es la misma que he adoptado en muchos momentos de mi vida, dejándome arrebatar sueños e ideales…quedándome con la miscma frustración, viendo álbumes de fotos que encierran mis saltos, mis arrojos, mi fuerza…¿por qué las cosas son así?...no lo sé, ni se porqué esto que quería escribir como una denuncia social, termino siendo un examen de consciencia que sigue dejándome sin respuestas ante la tristeza.